
Creía en ella, como no había creído nadie antes. Y por eso pudo ser feliz, porque sabía que tenía ese don especial que no todos sabían valorar. El don de los fuertes y los sabios. Ese que se aferra al corazón más rebelde. El que hace a los hombres luchar.
Por eso nunca se rindió, porque sabía que algún día lo conseguiría.
como siempre muy bonito :). La foto también es muy bonita
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