Ha soñado tanto con ella. Tantísimo. Ha hablado tanto de ella. Tantísimo. Que no es capaz de comprender que aún no le haya hablado de ella.
Su isla, de nombre impronunciable. Donde se pierde cuando ya no puede seguir. Donde se pierde cuando no tiene ganas de seguir. Donde es ella misma. Y nadie le juzga. Donde es la más bella. Y no caben defectos.
Esa isla que poco a poco va adoptando nombres y apellidos. Esa isla que le ha enseñado a ser feliz. Donde es más feliz que nadie.
Y aún no le ha hablado de ella, y no puede entenderlo. Porque él, más que nadie, se merece saber de la isla.
Jolines Susana te dije que me dejaras un comentario si actualizabas!! jajaja Pero bueno no pasa nada, ya me leído el texto anterior a este y me he puesto al día, me han gustado mucho los dos, pero la verdad es que el primero más que el segundo :) Te juro que leyendo el primero, uno, por muy seguro que esté, consigues creale inseguridad de si realmente sabe quien o se conoce, a mi por lo menos me has sabido transmitir toda esa inseguridad que ella siente, y eso es precisamente lo perfecto de ese texto, que lo has conseguido, porque mucha gente lo intenta pero no todos los consiguen así que enhorabuena :) Un besazo, y espero que no tardes tanto la próxima vez en volver!
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