- No puedes acabar el año pensando que el 2010 ha sido un mal año. No lo voy a permitir ¿sabes? Debes entender que lo malo en algo bueno se convierte siempre y que de todo esto has aprendido mucho, muchísimo. ¿No te has dado cuenta? Eres una persona distinta a la que empezó este año. Ahora eres mucho más feliz. ¿O no? ¿Acaso ahora no sonríes de verdad? ¿De felicidad? Mírate. Has aprendido a quererte. A mimarte. A comprender que para querer a alguien, primero te tienes que querer a ti misma. Y vuelvete a mirar. ¿Acaso al finalizar este año no estás más guapa? Ya no tienes esa cara de enferma, de debilidad. Puede que lo hayas pasado mal, muy mal, pero eso no quita, ni mucho menos, que hayas pasado un mal año. Al contrario. Es posible que cuando recuerdes el 2010 pienses en dolor y lágrimas, pero también recordarás como ese dolor y esas lágrimas consiguieron abrirte los ojos, cambiar eso que te hacía sentirte así. Y por eso no lo voy a permitir. No señor. Este año ha sido uno de los mejores de tu vida, y tienes que admitirlo. Has aprendido mucho, y lo sabes. Has aprendido a llorar, que es muy importante. Y a reír también. Pero lo más importante de todo es que has aprendido a ser feliz. Y eso, por muchos años que pasen, buenos y peores, jamás, nada ni nadie, te lo va a arrebatar. Así que sal ahí y celebra que vas a acabar un buen año, pero sobretodo que va a empezar un año mejor. ¿De acuerdo?
- De acuerdo.