" Uno escribe su propia vida, sólo que, por pudor, la escribe en jeroglífico."
Francisco Ayala.

28 feb 2011

Por amor al arte.


Cuando salimos del museo, Elisa parece algo distraída. Ojea algunos de los folletos que nos ha dado la recepcionista. Dentro, parecía ilusionada. Pero, aún así, tengo ciertas dudas sobresi le habrá gustado. Hacer arte e intentar lugar es complicado. No todo el mundo lo entiende.
- Y bueno... ¿qué me dices? - Me mira extrañada.
- ¿Qué quieres que te diga? - Pero su respuesta me extraña más a mí.
- Mmm... No lo sé. ¿Te ha gustado?
- ¿Me tiene que gustar? - Me sonríe.
- No lo sé... - Y ya dudo de casi todo.
- Dime una cosa... ¿qué entiendes tú por arte, Fran? - Me deja estupefacto.
- Pues... cualquier cosa digna de estar en un museo. Sí, es eso ¿no?
- ¿Y una sonrisa? ¿Una sonrisa es digna de estar en un museo, Fran?
Y no sé qué contestar. Me ha dejado sin palabras. ¿Una sonrisa? Pues no sé. Supongo que no. No sé qué prentende.
- Porque a mí, a veces... - prosigue Elisa.- tu sonrisa me parece arte. O cuando escucho la risa de Carlota. O los ojos de la chica del mostrador ¿recuerdas? - La verdad es que no, en ese momento observaba otros ojos. - A mí esos ojos me parecen arte. En cuanto los he visto he sentido una especie de placer, indescriptible. Arte es todo aquello que te hace sentir cosas, que te revuelve el estómago. Aquel documental que vimos sobre Palestina, era durísimo y me hizo sentir mal, muy mal. Pero me hizo darme cuenta de la situación allí. Arte es aquello que las personas hacen sin pensar. Por amor al arte. Como tú con esas esculturas. O yo misma cuando escribo. Arte es aquello que te hace pensar, reflexionar. Y cambia algo en ti. Te hace sentir. Pero el arte no tiene que gustar. El arte tiene que emocionar. Que hacer sentir.
- Vale, entonces... ¿te ha hecho sentir?
Elisa se echa a reír y echa a andar. Y yo, no puedo evitar pensarlo. Es perfecta.

24 feb 2011

Correr.

Entonces comencé a correr. Rápido, lejos. No volví la vista atrás, tampoco volví para despedirme de nadie, ni para arrepentirme de nada. Quería correr, huir, dejar todo atrás, comenzar de nuevo. Deseaba ponerme a prueba, quería saber hasta donde era capaz de llegar. Porque yo ya estaba segura de todo, sabía lo que quería, volvía a ser realmente yo. Y él ya había pasado a la historia, a mi historia. Comencé a correr. Tenía la intención de no parar nunca... porque a la vida hay que mirarla a los ojos y gritarle que eres mucho más fuerte que ella y que lograrás superar todos los obstáculos que te imponga. Comencé a correr con la intención de dejar atrás mis miedos y olvidar mis frustraciones, estaba segura de que lo conseguiría. Comencé a correr cuando me di cuenta de todo, cuando abrí los ojos. Comencé a correr y poco a poco fui dejando de pensar en él, conseguí quitarlo de mi mente, fue un amor frustrado y confuso que me hizo correr, correr mucho... para darme cuenta de que al fin y al cabo no valía la pena seguir esperando. Y entonces... paré.

16 feb 2011

Dieciocho.

Pasa el tiempo. Deprisa. Cada vez más. Y más. Y se va. El tiempo, la risa. Pasa el tiempo, y no de largo. Lo observo, se va. Y mi vida no cambia y cambia a la vez. Se va y no puedo evitar sonreír al verlo partir. Sonreír por la risa, el amor. La risa que ilumina mi vida, la risa que es felicidad.
Pasa la vida y yo sigo igual. Con defectos y manías. Con virtudes y encantos. Pasa la vida. Pero sé que aún tengo mucho que vivir. Que decir. Pasa la vida y sonrío por todo lo bueno que vendrá. Sonrío por mi vida.

14 feb 2011

Me amo.

Me quiero, me quiero mucho. Porque soy la mujer de mi vida. Y nadie me hace tan feliz como yo.
Cuando me despierto agradezco a la vida dormir cada noche conmigo. ¡Qué regalo tan grande! ¡Cuánto me amo!
Nadie me entiende tanto como yo. Y si lloro, me abrazo y me mimo. Qué bueno tenerme cerca. Soy la alegría que inunda mi casa. El amor de mi vida.

8 feb 2011

Ocho de febrero de 2011

No sé como empezar, ni como continuar y menos aún como terminar.
Pero sé qué tengo y qué no. Y hoy, ocho de febrero de 2011, me faltan muchas cosas.
Entre ellas, la más importante, la más presente, tú. Y no sé como empezar, ni como continuar y menos aún como terminar, pero lo cierto es que sé que me haces falta. Que no te tengo.
Y es duro vivir sabiendo eso. ¿Sabes? Seguro que lo sabes... Y seguro también que lo sientes. Pero me dejaste sola aquí, en este mundo difícil y absurdo. Este que jamás lograré entender.
Me dejaste sola y jamás lo lograré entender.
Y la verdad es que no sé como empezar, ni como continuar y menos aún como terminar. Aunque si sé que contigo las cosas irían mejor. Yo sería mejor persona. Y tú estarías orgulloso por ello.
También sé que todo lo que hago es para complacerte. Para que estés donde estés te sientas orgulloso de mí. De como soy.
Todo esto es muy difícil desde que no estás. Y sé que lo sabes.

No sé como empezar, ni como continuar y menos aún como terminar. Solo sé que te echo de menos, y que nunca jamás te olvidaré.
Te quiero, Susana.

2 feb 2011

El don.




Creía en ella, como no había creído nadie antes. Y por eso pudo ser feliz, porque sabía que tenía ese don especial que no todos sabían valorar. El don de los fuertes y los sabios. Ese que se aferra al corazón más rebelde. El que hace a los hombres luchar.
Por eso nunca se rindió, porque sabía que algún día lo conseguiría.