Me gusta fijarme en los pequeños detalles. Esas miradas llenas de complicidad y temor. De entusiasmo. Me gusta conocer a las personas a través de sus gestos.
A mí me gustan las pequeñas cosas. Me gusta sentarme en el suelo y comer golosinas, y ya está. Hablar y no hablar. Y reír y no reír.
A mí me gustan las cosas sencillas. Despertarme junto a ti y que te guste hasta recién levantada. Me gusta gustarte tal y como soy. Con defectos y virtudes. Con mis cosas raras.
A mí me gusta la gente que lucha con todo su corazón. No me gusta la gente superficial. Me gusta la gente que entiende lo que de verdad importa. Me gusta la gente que entiende que detrás de unas ropas existe una persona. Y eso es lo más importante. Me gustan las personas. Las personas que saben arreglarse por dentro, y no les importa no ir como un pincel a todas partes. Porque no. Porque no es importante y ya está.
A mí no me gusta caer. Pero me gusta levantarme. Sonreír y darme cuenta de que no es tan difícil. De que lo he conseguido. Me gusta que la gente me apoye. Me entienda. Que confíe en mí.
A mí no me gusta el chocolate. Ni el queso. Pero me encantan las golosinas. Todas. Me encantan los anisitos y la regaliz. Me encanta un buen plato de lasaña y un vaso de gazpacho andaluz.
A mí me gustas tú. Tu sonrisa y tu pelo. Tu manera de andar. Y tus cosas raras. Saber que eres tú. Tú y nadie más.
A mí me gusta luchar. Por lo que más quiero. Por las cosas que no me parecen justas. Me gusta cambiar el mundo. O al menos intentarlo. Me gusta la gente comprometida. Que se preocupa. Que sabe.
A mí me gustan las cosas raras. Porque son diferentes. Porque me parecen extraordinarias. Me apasionas las cosas simples. Hasta una llave puede ser increíble.
Me gusta reírme sin más. Ser feliz con poco. Me gusta poner los pies encima del sofá. No me gustan los modales. Porque no. Porque no son importantes y punto.
A mí no me gusta lo convencional. Me gusta sentirme libre. Ser distinta. Y me gustan muchas cosas más. Porque sí.
Puedes pensar que estoy loca, pues vale, quizás lo esté. Pero me encantan las cosas que me gustan. Porque sí. Porque me hacen feliz y ya está.
A mi me gusta leer cosas tan sinceras
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