" Uno escribe su propia vida, sólo que, por pudor, la escribe en jeroglífico."
Francisco Ayala.

7 feb 2010

No quiero ser mediocre (Primera parte)

La mediocridad es aburrida. Aburrida y triste. Por eso intento huir de ella. Por eso, y porque cuando te atrapa, ya es muy difícil escapar. Te atrapa como el águila a su presa, como una hechicera ágil y habilidosa. Y yo no quiero ser triste, ni triste ni aburrida. La mediocridad es poco interesante, es aburrida y triste al fin y al cabo.
Y a mi, que no quiero ser mediocre, me gusta pararme a mirar el mundo, salir de él por un instante. Y me gusta observar a la gente, a la gente sencilla y pequeña. Gente que se conforma con poco, gente que se dedica a lo que se dedica por simple comodidad... que eligió su camino solo porque era rentable, porque así viviría medianamente bien. Gente que no posee ideales propios... que vota en unas elecciones tan solo por votar, porque es su deber como ciudadano corriente. Gente que se casa, que tiene hijos, que se divorcia y se vuelve a casar... Mujeres, mujeres como lo soy yo, que no se dedican a otra cosa más que a cuidar de la casa, a su marido e hijos. Y yo no quiero ser así. No quiero llevar una vida aburrida. Yo creo en el amor, en el amor eterno, pero no en la vida triste en pareja... Observo y observo a la gente pequeña y corriente... y solo me doy cuenta de una cosa: Yo no quiero ser triste y aburrida.

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