" Uno escribe su propia vida, sólo que, por pudor, la escribe en jeroglífico."
Francisco Ayala.

7 feb 2010

Pequeña confesión.

- ¿Sabes? Creo que esto va a salir bien, muy bien. - Comentó ella con una sonrisa mientras se sentaba en el suelo, junto a él.
- ¿Sí? ¿Y a que se debe eso? - Preguntó él acercandose más a ella.
- No lo sé, solo lo siento. Como cuando tienes un presentimiento. Un presentimiento de los buenos, claro. - Contesto ella sin dejar de sonreir.
- ¿Sabes que me gusta de ti? - Él apartó el pelo de ella para poder acariciarle la cara suevemente.
- ¿Qué?
- Que nunca pierdes la sonrisa, pase lo que pase. Eso me da fuerzas para continuar. - Dijo él sin apartar su mano de la cara de ella.
- ¿Sabes otra cosa? - Y ella acercó su cara más aún a la de él.
- Dime. - Sonrió por fin él.
- Creo que me estoy acostumbrando a ti.

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